Un día haciéndoles un batido contundente para merendar a mis
pequeños hobbits se me encendió una bombilla: ¿y si hago un helado con esto?
Rescaté la heladera de donde la tenía guardada (maldita la hora) y me puse
manos a la obra. Que éxito, no quedo ni una gota, además, qué fácil. A partir de
este helado viene la hecatombe de helados en la que me metí. Pasamos del “fresacidio”
al “heladocidio” y sí: todo este mes y para finiquitar la segunda
temporada de guerras reposteras la voy a rematar con un helado por semana.
Y sé que os va a sorprender, pero voy a empezar por uno de
fresa.
Ingredientes:
150 g de fresas
1 plátano
1 yogur
60 cl de leche
2 cucharadas de azúcar invertido*
2 galletas María
Empezamos:
1 Batimos todos los ingredientes hasta que nos quede un
batido.
2 Lo llevamos a la nevera un mínimo de dos horas.
3 Ponemos en marcha
la heladera y vamos vertiendo la mezcla por el bocal y dejamos que la máquina
trabaje entre 30 y 45 minutos, depende del gusto de cada uno.
Y según prefieras, o lo llevas al congelador para que este
más compacto o lo comes directamente, yo me quedo con esta última opción.