Galletas de leche condensada

A veces nos merecemos permitirnos un pecadillo venial. Esta es una de esas recetas que hay que preparar de vez en cuando para alegrarnos la vida sin mirar las calorías ni las grasas, solo centrándonos en el sabor. Porque menudo sabor... Son las galletas más ricas que he preparado hasta la fecha. Y además tienen la ventaja de ser facilísimas de preparar. ¿Se puede pedir más?

Se pueden hacer con y sin thermomix. Pongo las recetas una al lado de la otra para que las podáis ir siguiendo tanto si tenéis esta máquina celestial como si no.

¡A las kocinas!

Ingredientes

200 g de mantequilla
2 yemas de huevo
200 g de leche condensada
400 g de harina

Preparación

Con Thermomix                                      Sin Thermomix

1. Ponemos en el vaso la mantequilla       1. En un bol mezclamos la mante-
y las yemas y lo batimos 1. 30 min          quilla con las yemas hasta tener  
a vel. 3. Si vemos que no está muy          una mezcla  homogénea.
bien mezclado, le damos unos segundos
a velocidad 4.                                                              

2. Añadimos la leche condensada y           2. Añadimos la leche condensada 
batimos otro 1.30 minutos a v. 3.              y seguimos batiendo con garbo 
Lo mismo, si no queda bien mezclado,        hasta que se incorpore.
unos segundinos a v. 4.

3. Añadimos la harina y                          3. Añadimos la harina 
programamos 3 minutos,                         y amasamos bien.
vaso cerrado, velocidad espiga.                Formamos una bola con la masa.

4. Envolvemos la masa en papel film y la dejamos reposar en la nevera durante más o menos una hora.

5. Sacamos la masa de la nevera, la estiramos y la cortamos a nuestro gusto. Yo en esta ocasión además de los cortapastas utilicé un sello para galletas. Era la primera vez que lo usaba y la verdad es que queda muy chulo.

6. Horneamos a 180º unos 15 minutos. Luego sacamos la bandeja, dejamos que templen un minuto las galletas y las trasladamos con cuidado a la rejilla para que terminen de enfriar.

7. Este paso es el más difícil de todos. Intentamos no comérnoslas todas del tirón.