miércoles, 6 de mayo de 2015

Tiramisu

Hoy os traigo la primera tarta que hice con la Thermomix. Desde ese momento, cuando hacemos alguna comida en casa de mi padres no hace falta que pregunte cuál va ser el postre, la respuesta siempre es la misma: ¡Tiramisu! No hay más.
Yo esta vez, y aprovechando el blog, hice el bizcocho casero, pero siempre lo había hecho con las bases de bizcochos compradas. La verdad es que empapan mejor los comprados que el hecho en casa, pero, claro, la esponjosidad y el sabor no tienen nada que ver.
Vamos primero con el bizcocho, que es lo más sencillo de este mundo con la Thermomix, sin ella tendréis que ejercitar bien el brazo.





Ingredientes:
120 g de azúcar
4 huevos
120 g de harina
Empezamos:
1 Precalentamos el horno a 180º.
2 Colocamos la mariposa y añadimos el azúcar y los huevos. Programamos 5 min, 37º, velocidad 3 ½. Cuando acabe volvemos a programar lo mismo sin marcar temperatura.
3 Tamizamos la harina, la añadimos y programamos 30 segundos, velocidad 2, y luego mezclamos un poco a mano con la espátula para evitar que nos quede algún pegote.
4 Lo repartimos por la bandeja o molde que vayamos a usar y horneamos 10 minutos.

Vamos con la crema.

Ingredientes:
300 g de azúcar
500 g de mascarpone
3 yemas de huevo
3 cucharadas de amaretto
500 g de nata montada
Bases de bizcocho
Una taza de café
Cacao en polvo para espolvorear
Empezamos:
1 Montamos la nata y reservamos.
2 Ponemos el azúcar en la Thermomix sin tiempo ni temperatura y con velocidad progresiva del 5 al 10 hasta que salga un humillo blanco, en unos 15 segundos está. Añadimos el queso, las yemas y programamos 30 segundos, velocidad 3 ½.
3 Añadimos la nata, el amaretto y mezclamos con la espátula hasta que quede homogéneo. Yo lo mezclo todo en un bol (¡que viva la era moderna y el lavavajillas!).
4 En un molde desmoldable ponemos una base de bizcocho y lo mojamos bien en café, añadimos parte de la crema y espolvoreamos con cacao y repetimos. Dejamos reposar en la nevera hasta el día siguiente.
Ahora ya solo queda desmoldarlo, servirlo, disfrutarlo y ver cómo los demás lo disfrutan.
Cosillas:
La crema siempre me queda muy líquida y, al haber hecho los bizcochos en casa, no me cuadraba el tamaño para ponerlos en ningún molde y corría el riesgo de que se despachurrara si montaba la tarta en un plato justo al terminar de prepararlo. Lo que hice fue dejar en la nevera la crema toda la noche para poder decorar la tarta y que no quedase un churro. Eso sí, si lo haces así tienes que montar la tarta por la mañana, ya que si no el bizcocho no se empapará bien. Si las bases son compradas caben justo en el típico molde desmontable y no hay que complicarse tanto
De esta receta cuento cambiar un par de cosas en su elaboración, así que actualizaré si los cambios me salen bien.

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