Estaba comprando cuando oí que me llamaban, «Gayofina,
queremos estar en tu próxima gochadina», decían. Cuál fue mi sorpresa cuando me
encontré una caja de fresones en oferta. No les podía hacer el desplante de
dejarlos allí, así que me los llevé a casa. Para que no se sintieran solos, les
acompañó también un paquetín de nata.
Tenía la idea de preparar la típica tarta de fresas con
nata, pero no tenía ganas de poner el horno, ya que hacía bastante calor.
Así que qué mejor que un semifrío. Me pirran los semifríos,
he de reconocerlo, son mi debilidad. Es un postre que siempre ¡siempre! triunfa.
¿Por qué? Porque ya puedes acabar de comerte una vaca entera que como son tan
suaves y ligeros siempre entra un cachín de tarta. Además, en principio muchos
de ellos cambiando la base o directamente sin ponerla pueden servir para
celiacos.
Bueno, vamos al lío, aunque antes de nada tengo que avisaros
de que es una tarta ideal para preparar de un día para otro.
Ingredientes:
180 g de galletas (yo uso tipo Chiquilín, muy de régimen
todo)
90 g de mantequilla
9 láminas de gelatina neutra.
700g de fresas
250 g de azúcar
Zumo de medio limón
500g de nata para montar
250 g de mascarpone
Empezamos:
1 Ponemos a remojo la gelatina.
2 Primero forramos la parte de abajo del molde con papel
vegetal. Metemos en la picadora de la batidora las galletas y las trituramos.
Cuando ya estén bien desmenuzadas, añadimos la mantequilla y trituramos un poco
más hasta que se haga una pasta. Laminamos unas fresas y las ponemos alrededor
del molde. Reservamos en la nevera.
3 Trituramos las fresas con el azúcar y el zumo de limón, lo
vertemos en un cazo y lo ponemos al fuego. Cuando rompa a hervir, apagamos el
fuego pero no retiramos el cazo hasta pasado un par de minutos. ¡Ojo! Hay que remover
mucho para que no se queme. Retiramos y ponemos 8 de las láminas de gelatina
que teníamos a remojo, removemos bien hasta que queden bien disueltas
En thermomix: metemos las fresas, el azúcar y el zumo de
limón, trituramos a velocidad 5 unos segundos. A continuación, programamos 10
minutos ,100º, velocidad 3. Muy atentos porque cuando queden un par de minutos tenemos
que quitar el cubilete porque si no va a haber fiesta de la fresa en vuestra
cocina, que sale que da gusto. Añadimos las 8 láminas de gelatina y mezclamos
medio minuto a velocidad 4 sin temperatura.
Esperamos un ratito a que temple la mezcla
4 Montamos la nata (yo en batidora, que en thermomix nunca
la hice ya que un familiar me dijo que estaba harto de hacer mantequilla
queriendo hacer nata).
5 Mezclamos bien la nata con el mascarpone y con las fresas
hasta que quede una mezcla homogénea. En thermomix, 10 segundos velocidad 4. Lo
vertemos con mucho cuidado en el molde para que no se caigan las fresas que pusimos
en el lateral y lo metemos en la nevera un par de horas.
6 Comprobamos que, aunque la tarta no esté totalmente
cuajada (que no lo estará), la parte superior este más o menos firme y cubrimos
toda la parte de arriba de fresas laminadas.
7 Ponemos en el vaso de la batidora unas 4 fresas y las trituramos,
añadimos la lámina de gelatina que aún quedaba y batimos bien hasta que quede
completamente disuelta. Pintamos bien toda la parte superior de la tarta con la
mezcla que acabamos de hacer.
8 Volvemos a meter la tarta en la nevera hasta que esté
totalmente cuajada. Una vez que ya esté, desmoldamos con mucho cuidado y a
disfrutarla.
Si no quieres complicarte tanto, haz los pasos 3, 4 y 5, mete
la mezcla en un molde de silicona y al congelador unas 5 horas. Así tendrás una
tarta helada exquisita. Y si la gelatina es Vahiné, será una tarta libre de
gluten.
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